La degradación del andamiaje es un factor clave en la producción de carne cultivada. Debe alinearse con el crecimiento del tejido: demasiado rápido, y las células pierden soporte; demasiado lento, y el desarrollo del tejido se ve interrumpido. Los biorreactores, especialmente con flujo dinámico, aceleran la degradación en comparación con configuraciones estáticas, liberando subproductos ácidos y alterando la estructura del andamiaje. La medición precisa asegura consistencia y calidad en la producción a escala.
Perspectivas Clave:
- Selección de Materiales: Mezclas como PCL (degradación lenta) y PLGA (degradación más rápida) permiten personalización.
- Configuración del Biorreactor: El flujo dinámico (e.g., 4 mL/min) imita condiciones fisiológicas pero acelera la hidrólisis.
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Métodos de Medición:
- Pérdida de peso (análisis gravimétrico).
- Cambios estructurales (imágenes SEM).
- Seguimiento del peso molecular (GPC).
- Monitoreo de pH en tiempo real y voltametría cíclica para permeabilidad.
La combinación de técnicas proporciona una comprensión detallada de la degradación, ayudando a optimizar el diseño del andamio y las condiciones del biorreactor para una producción confiable de carne cultivada.
Preparación de Andamios y Configuración del Biorreactor
Para lograr mediciones precisas de degradación, es crucial establecer condiciones de referencia precisas y configurar adecuadamente el biorreactor. Una preparación inadecuada puede llevar a problemas como niveles de humedad desiguales y errores de esterilización, que pueden distorsionar los resultados de degradación. Estos pasos iniciales son la base para un análisis confiable.
Elección de Materiales para Andamios
Seleccionar el material adecuado para el andamio es clave, ya que la tasa de degradación debe alinearse con la tasa de formación de tejido. La investigación en biomateriales sugiere que "La tasa de degradación ideal in vivo puede ser similar o ligeramente inferior a la tasa de formación de tejido" [3].Para la carne cultivada, esto significa usar materiales que mantengan su estructura el tiempo suficiente para que las células desarrollen su matriz extracelular, mientras que eventualmente se descomponen para permitir la maduración del tejido.
La mezcla de polímeros puede ayudar a ajustar estas propiedades. Por ejemplo, el Poli(ε‑caprolactona) (PCL) es conocido por su durabilidad y lenta degradación, mientras que el Poli(ácido D,L‑láctico‑co‑glicólico) (PLGA) se degrada más rápidamente pero ofrece menos soporte estructural [1]. En marzo de 2022, investigadores de la Universidad de Zaragoza utilizaron impresión 3D para crear andamios cilíndricos (7 mm de diámetro, 2 mm de altura) a partir de una mezcla 50:50 de PCL y PLGA. Al probar estos andamios en un biorreactor de perfusión personalizado con una tasa de flujo de 4 mL/min, observaron que las condiciones de flujo dinámico aceleraron significativamente la hidrólisis en comparación con configuraciones estáticas durante un período de cuatro semanas [1].
Los andamios hidrofóbicos, como los hechos de poliésteres sintéticos como PLGA, resisten la penetración de agua, lo que puede limitar el acceso del medio de cultivo a los poros internos. Para abordar esto, prehumedezca los andamios hidrofóbicos en etanol para asegurar una penetración completa del tampón [3]. Además, la composición de PLGA - específicamente la proporción de ácido láctico a ácido glicólico - impacta directamente su tasa de degradación, con un mayor contenido de ácido glicólico que lleva a una descomposición más rápida [1].
| Propiedad del Material | Poli(ε‑caprolactona) (PCL) | Poli(D,L‑láctico‑co‑glicólico) (PLGA) |
|---|---|---|
| Tasa de Degradación | Lenta [1] | Rápida (ajustable mediante la relación LA/GA) [1] |
| Resistencia Mecánica | Alta [1] | Baja [1] |
| Uso Común | Soporte a largo plazo [1] | Rápida remodelación de tejidos/liberación de fármacos [1] |
Una vez elegido el material del andamio, el siguiente paso es configurar el biorreactor para imitar las condiciones fisiológicas para un monitoreo efectivo de la degradación.
Configuración del Biorreactor para Estudios de Degradación
Configurar el biorreactor para replicar las condiciones fisiológicas asegura mediciones consistentes y reproducibles. Mantenga una temperatura de 37°C y una atmósfera de 5% de CO₂ con 21% de O₂ [1][5]. La decisión de usar ambientes de perfusión estática o de flujo es crítica: las condiciones de flujo no solo aceleran la hidrólisis, sino que también introducen estrés de cizallamiento, simulando mejor los ambientes in vivo [1].
Para pruebas uniformes, use cámaras de circuito cerrado individuales. El equipo de la Universidad de Zaragoza, por ejemplo, utilizó un sistema con cuatro cámaras separadas conectadas por tubos de Tygon, con una bomba de rodillo manteniendo un flujo de PBS de 4 mL/min [1]. Esta configuración les permitió probar múltiples formulaciones de andamios mientras controlaban las variables ambientales.
La gestión cuidadosa del medio es esencial.Reemplace el medio cada 48 horas para prevenir la acidificación causada por los subproductos de degradación [1]. Monitoree los niveles de pH durante estos reemplazos, ya que una caída en el pH puede indicar la liberación de compuestos ácidos como el ácido láctico o glicólico, proporcionando una señal temprana de la descomposición del andamiaje [1].
Para asegurar líneas base precisas, siga estos pasos previos al tratamiento:
- Pese los andamios usando una microbalanza con precisión de 1 µg para registrar su masa inicial [1].
- Esterilice todos los componentes del biorreactor, incluyendo tubos y cámaras, mediante autoclave a 120°C durante 45 minutos [1].
- Esterilice los andamios con irradiación UV en lugar de autoclave, ya que las altas temperaturas pueden degradar prematuramente los materiales termoplásticos [1].
- Pre-humedecer andamios hidrofóbicos en etanol antes de colocarlos en el biorreactor [3].
- Después de los experimentos, enjuagar los andamios al menos dos veces (5 minutos cada una) en agua desionizada para eliminar las sales residuales de PBS [1][4].
- Utilizar liofilización (secado por congelación) para lograr un peso constante antes de tomar las mediciones finales [1][4].
Para los investigadores que trabajan en carne cultivada, obtener componentes de biorreactor de alta calidad y materiales de andamio es más fácil a través de plataformas como
Métodos para Medir la Degradación de Andamios
Comparación de Métodos de Medición de Degradación de Andamios para Biorreactores
Después de configurar su biorreactor y preparar los andamios, elegir las técnicas de medición adecuadas es crucial. Cada método ofrece perspectivas únicas sobre cómo se degradan los andamios, desde el seguimiento de la pérdida de peso hasta el análisis de cambios estructurales. Combinar múltiples métodos puede proporcionar una imagen más completa, lo cual es esencial para mejorar la producción de carne cultivada.
Análisis de Pérdida de Masa y Cambio de Peso
El análisis gravimétrico es una forma sencilla de monitorear la degradación de andamios, a menudo utilizado junto con métodos de imagen y electroquímicos. El proceso implica pesar el andamio al inicio usando una microbalanza con precisión de 1 µg, incubarlo a 37°C en el biorreactor y luego volver a pesarlo a intervalos específicos.El porcentaje de pérdida de masa se calcula utilizando esta fórmula:
WL(%) = (W₁ – W_f) / W₁ × 100
Aquí, W₁ es el peso seco inicial, y W_f es el peso seco final[1].
Para obtener resultados precisos, siga el protocolo de preparación establecido. Las directrices ASTM F1635-11 recomiendan un nivel de precisión del 0.1% del peso total de la muestra[5]. Además, el medio de degradación debe ser reemplazado cada 48 horas, y los niveles de pH deben ser monitoreados durante estos intercambios para detectar signos tempranos de degradación[1].
En marzo de 2022, investigadores de la Universidad de Zaragoza estudiaron andamios de PCL-PLGA en un biorreactor de perfusión con una tasa de flujo de 4 mL/min.Durante cuatro semanas, encontraron que mientras las condiciones estáticas causaron cambios mínimos después de dos semanas, el flujo dinámico aceleró significativamente la pérdida de masa. Al final del estudio, los niveles de pH habían caído a aproximadamente 6.33[1].
Técnicas de Imagen para Cambios Estructurales
La Microscopía Electrónica de Barrido (SEM) es ideal para detectar cambios a nivel micro en la estructura del andamiaje que las mediciones de peso no pueden revelar. Proporciona imágenes detalladas de la calidad de la superficie, el tamaño de los poros y los defectos emergentes durante la degradación[1]. Para obtener datos fiables, analice al menos 30 poros por muestra utilizando el software ImageJ[1].
La preparación de muestras para SEM implica secarlas con gradientes de etanol, liofilización y aplicar un recubrimiento de carbono conductor[1].Utilizando este método, los investigadores de la Universidad de Zaragoza observaron cambios en el tamaño de los poros en andamios de PCL-PLGA. Inicialmente por debajo de 1 µm, los tamaños de los poros aumentaron a 4–10 µm después de cuatro semanas bajo condiciones de flujo dinámico[1].
Para el monitoreo continuo, la Imaginología Mejorada por Difracción (DEI) basada en sincrotrón es una herramienta poderosa. Permite a los investigadores rastrear la degradación sin retirar los andamios del biorreactor. En julio de 2016, un equipo de la Universidad de Saskatchewan utilizó DEI en el Canadian Light Source para estudiar andamios de PLGA y PCL. Al medir los cambios en el diámetro de las hebras en imágenes planas a 40 keV, estimaron la pérdida de volumen y masa durante 54 horas en un medio de degradación acelerada de NaOH, logrando resultados dentro del 9% de los métodos de pesaje tradicionales[6].
Mientras que la imagenología proporciona información estructural detallada, las técnicas no invasivas ofrecen la ventaja de un monitoreo en tiempo real.
Técnicas de Monitoreo No Invasivas
El monitoreo del pH en tiempo real es una forma simple y no invasiva de detectar la degradación temprana del andamiaje. Al integrar sensores de pH en el circuito de perfusión del biorreactor, puede rastrear la acidificación del medio sin detener las operaciones[1].
La voltametría cíclica es otro método no invasivo que mide la permeabilidad del andamiaje. Este enfoque electroquímico rastrea la difusión de moléculas trazadoras, como el ferrocianuro de potasio, a través del andamiaje. Por ejemplo, en un estudio de andamios de colágeno/glicosaminoglicano, el coeficiente de difusión efectivo para el ferrocianuro disminuyó de 4.4 × 10⁻⁶ cm²/s a 1.2 × 10⁻⁶ cm²/s después de la degradación a 37°C[2]. Esta técnica es rentable y adecuada para evaluaciones rápidas, aunque requiere una configuración más compleja[2].
| Método | ¿Invasivo? | Métrica Clave | Ventaja Principal | Limitación Principal |
|---|---|---|---|---|
| Análisis Gravimétrico | Sí | Cambio de peso | Sencillo, bajo costo, estandarizado[1][5] | Requiere detener el biorreactor; destructivo[5] |
| SEM & ImageJ | Sí | Tamaño de poro, porosidad | Visualiza la integridad estructural[1] | Requiere preparación y recubrimiento de la muestra[1] |
| Synchrotron DEI | No | Geometría, volumen | Monitoreo in situ sin extracción[6] | Alto costo; requiere una instalación de sincrotrón[6] |
| Voltametría Cíclica | No | Coeficiente de difusión | Monitoreo en tiempo real; bajo costo[2] | Configuración compleja; requiere moléculas trazadoras[2] |
Cómo las Condiciones del Biorreactor Afectan la Degradación del Andamiaje
Medir con precisión la degradación del andamiaje es esencial, especialmente en la producción de carne cultivada, donde los andamios deben descomponerse a un ritmo que apoye el crecimiento del tejido sin interrumpir el desarrollo celular.Las condiciones dentro de un biorreactor, ya sea estático o dinámico, juegan un papel importante en la determinación de cómo se degradan los andamios. Los sistemas estáticos y los entornos de flujo dinámico pueden llevar a tasas y patrones de degradación muy diferentes, lo que hace que entender estos procesos sea crucial para optimizar el rendimiento del biorreactor [1][3].
Entornos de Biorreactores Dinámicos vs Estáticos
El entorno dentro de un biorreactor, estático o dinámico, influye directamente en cómo se degradan los andamios. En sistemas estáticos, los subproductos ácidos pueden acumularse, desencadenando la autocatálisis. Este proceso acelera la degradación interna del polímero y reduce el pH del entorno circundante [8].
Los sistemas dinámicos, por otro lado, introducen movimiento de fluidos, lo que crea estrés de corte y mejora la transferencia de masa. Estos factores afectan significativamente la degradación, dependiendo del material del andamio.Por ejemplo, los andamios de PCL-PLGA experimentan una hidrólisis más rápida bajo condiciones de flujo dinámico (4 mL/min) en comparación con los sistemas estáticos. Durante cuatro semanas, esta diferencia conduce a estructuras de poros distintas, ofreciendo valiosos conocimientos para la optimización de biorreactores [1].
"La perfusión de flujo es crítica en el proceso de degradación de los andamios basados en PCL-PLGA, lo que implica una hidrólisis acelerada en comparación con los estudiados bajo condiciones estáticas."
– Pilar Alamán-Díez, Universidad de Zaragoza [1]
Curiosamente, los andamios de PLA-PGA, que tienen baja porosidad, se comportan de manera diferente. Una tasa de flujo suave de 250 µl/min ayuda a eliminar los subproductos ácidos, reduciendo la tasa de degradación antes de que la autocatalisis pueda establecerse [8]. Estos efectos contrastantes destacan la importancia de adaptar los protocolos de biorreactores a la composición específica del andamio.
| Condición | Tamaño de Poros (4 Semanas) | Patrón de Degradación | Estabilidad del pH |
|---|---|---|---|
| Estático | 3–8 µm | Acelerado debido a la acumulación de ácido | Acidificación local significativa |
| Dinámico (Flujo) | 4–10 µm | Más rápido en PCL-PLGA; más lento en PLA-PGA | Subproductos eliminados; pH estabilizado |
Usando Dinámica de Fluidos Computacional (CFD)
Para comprender mejor los efectos de las condiciones estáticas y dinámicas, se utilizan modelos de dinámica de fluidos computacional (CFD) para predecir cómo el flujo de fluidos impacta la degradación del andamiaje. Estos modelos simulan la interacción del movimiento de fluidos, el transporte de masa y las reacciones químicas involucradas en la hidrólisis de poliéster [7].Al aplicar ecuaciones de reacción-difusión, CFD puede rastrear la penetración de agua, monitorear las concentraciones de enlaces éster y mapear el movimiento de subproductos que alteran el pH dentro del andamiaje.
CFD ofrece una ventaja única: revela cómo se distribuye el esfuerzo cortante a través del andamiaje. En la producción de carne cultivada, un esfuerzo cortante excesivo puede debilitar el andamiaje antes de que la formación de tejido esté completa [8]. Al modelar tanto campos de flujo laminar como turbulento, los investigadores pueden identificar tasas de flujo óptimas que equilibran la entrega de nutrientes con la preservación del andamiaje. Por ejemplo, el análisis CFD ha mostrado cómo una tasa de flujo de 250 µl/min puede eliminar eficazmente los subproductos ácidos, influyendo en la cinética de degradación de los andamios de PLA-PGA [8].
A medida que los andamios se degradan, su geometría cambia, lo cual debe tenerse en cuenta en los modelos CFD.Los coeficientes de difusión efectivos se ajustan a medida que aumenta la porosidad [7]. Además, incorporar umbrales de peso molecular - aproximadamente 15,000 Daltons para PLGA y 5,000 Daltons para PCL - asegura que el modelo capture cuando las cadenas de polímero se vuelven solubles y comienzan a difundirse, llevando a una pérdida de masa medible [7]. Para acelerar la calibración, los investigadores a menudo utilizan envejecimiento térmicamente acelerado (55°C a 90°C) y aplican extrapolación de Arrhenius para predecir el comportamiento del andamio a temperaturas fisiológicas (37°C) [9]. Estos hallazgos son fundamentales para refinar los protocolos de biorreactores para la producción de carne cultivada.
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Combinando Métricas de Degradación para un Análisis Completo
Confiar en un solo método para medir la degradación del andamio a menudo deja brechas críticas en la comprensión.Al combinar múltiples técnicas, los investigadores pueden construir una imagen más completa que capture tanto los cambios internos como los efectos estructurales [1][3]. Este enfoque integral es crucial en la producción de carne cultivada, donde los andamios deben degradarse a un ritmo preciso: lo suficientemente rápido para apoyar el crecimiento del tejido, pero no tan rápido que se pierda la integridad estructural antes de que las células depositen suficiente matriz extracelular [1][3].
La degradación típicamente se desarrolla en tres etapas clave: la etapa cuasi-estable (donde el peso molecular disminuye pero el andamio permanece visiblemente intacto), la etapa de disminución de la resistencia (marcada por un declive en las propiedades mecánicas) y la etapa final de pérdida de masa o disrupción (cuando ocurre la degradación visible) [3]. Para monitorear estas etapas de manera efectiva, físico (e.g., pérdida de masa), química (e.g., peso molecular, cambios de pH), y estructural (e.g., porosidad, imágenes) se combinan [1][5]. Este enfoque multifacético ayuda a diferenciar entre la simple disolución del material y la degradación química real, lo cual es vital para optimizar las condiciones del biorreactor. Estas etapas también están directamente relacionadas con los métodos de evaluación discutidos más adelante.
Comparación de Métricas de Degradación a Través de Métodos
Cada técnica para medir la degradación del andamiaje ofrece ventajas únicas pero también tiene limitaciones. Por ejemplo, análisis gravimétrico (pesar andamios) es simple y asequible, pero no puede distinguir entre un andamio que se disuelve físicamente y uno que está experimentando una descomposición química [5].Cromatografía de Permeación en Gel (GPC), por otro lado, puede detectar la degradación temprana al rastrear cambios en el peso molecular, pero requiere equipo especializado y destruye la muestra en el proceso [1][5]. De manera similar, Microscopía Electrónica de Barrido (SEM) ofrece una visualización detallada de las estructuras de los poros, pero a menudo altera las muestras durante la preparación [1][5].
Aquí hay una comparación rápida de métricas clave y sus respectivas técnicas:
| Métrica | Técnica de Medición | Ventajas | Desventajas |
|---|---|---|---|
| Pérdida de Masa | Análisis Gravimétrico | Sencillo, de bajo costo, ampliamente utilizado[5] | No puede diferenciar la disolución de la degradación química; requiere secado[5] |
| Cambios Estructurales | SEM / Micro-CT | Visualización detallada de tamaños de poros y conectividad[1] | A menudo destructivo (SEM); costoso y requiere mucho tiempo[7][1] |
| Propiedades Mecánicas | Prueba de Compresión | Mide la integridad funcional, importante para andamios que soportan carga [1][3] | Alta variabilidad; destructivo; requiere formas específicas de muestra [3] |
| Peso Molecular | GPC / SEC | Detecta la ruptura de enlaces químicos temprano, incluso antes de la pérdida de masa [1][5] | Requiere equipo costoso y disolver muestras en solventes [1][5] |
| Permeabilidad | Voltametría Cíclica | Monitoreo no invasivo y en tiempo real de la conectividad de poros [2] | Indirecto; requiere moléculas trazadoras y análisis de datos complejo [2] |
Un estudio en la Universidad de Zaragoza demostró el poder de este enfoque integrado al utilizar biorreactores de perfusión personalizados para analizar andamios de PCL-PLGA.Combinaron la pérdida de peso, GPC, SEM y Espectroscopía de Fotoelectrones de Rayos X (XPS) para rastrear la degradación de manera integral [1].
Aplicación de Resultados a la Producción de Carne Cultivada
Los conocimientos obtenidos de este análisis de degradación integrado informan directamente el diseño de andamios y la gestión de biorreactores para la carne cultivada. Para tener éxito, la tasa de degradación del andamio debe alinearse estrechamente con la tasa de formación de tejido [3]. Si el andamio se descompone demasiado rápido, pierde soporte estructural antes de que se forme suficiente matriz extracelular. Por el contrario, si se degrada demasiado lentamente, el producto final puede sufrir de una textura o sensación en boca indeseable [3][1].
Una solución práctica es mezclar polímeros.Por ejemplo, mezclar materiales de degradación rápida como PLGA con otros de degradación más lenta como PCL permite a los investigadores ajustar las tasas de degradación para que coincidan con tipos de células específicos y cronogramas de crecimiento [1]. El monitoreo continuo del pH también ayuda, ya que los subproductos ácidos de la degradación señalan una descomposición activa [1]. Además, técnicas no invasivas como la voltametría cíclica permiten ajustes en tiempo real en la configuración del biorreactor sin interrumpir el proceso de cultivo [2].
Para aquellos involucrados en la investigación de carne cultivada, plataformas como
Conclusión
Medir con precisión la degradación del andamio es una piedra angular de la producción de carne cultivada.Garantiza que los andamios se descompongan al ritmo adecuado, proporcionando el soporte esencial durante el crecimiento temprano del tejido mientras permite un desarrollo adecuado a medida que las células depositan su matriz extracelular. Lograr este equilibrio es crucial para mantener la integridad estructural y asegurar la maduración exitosa del tejido.
El uso de una combinación de técnicas de medición ofrece una comprensión detallada de la degradación de los andamios en biorreactores dinámicos. Métodos físicos como el seguimiento de la pérdida de masa, análisis químicos como la Cromatografía de Permeación en Gel para monitorear los cambios en el peso molecular, y herramientas de imagen estructural como la Microscopía Electrónica de Barrido trabajan juntos para distinguir entre la descomposición estructural y la degradación química de los materiales. Estos datos son esenciales para ajustar tanto las condiciones del biorreactor como la composición del andamio para optimizar la producción [1][5].
Estos conocimientos juegan un papel fundamental en el desarrollo de mezclas de polímeros y en la realización de ajustes en tiempo real durante la producción. Al garantizar que los andamios apoyen el crecimiento celular temprano y se degraden a medida que la matriz extracelular madura, estas técnicas permiten la producción de carne cultivada de alta calidad y escalable. Para los investigadores y equipos de producción, plataformas como
Preguntas Frecuentes
¿Cómo afecta el material del andamio a su tasa de degradación en un biorreactor?
La tasa a la que un andamio se degrada en un biorreactor está fuertemente influenciada por su estructura química, cristalinidad y propiedades de absorción de agua. Tome poli(lactida-co-glicólido) (PLGA), por ejemplo: se degrada relativamente rápido porque es hidrolíticamente lábil.En contraste, el policaprolactona (PCL), que es más cristalino e hidrofóbico, se descompone a un ritmo mucho más lento.
Estas características determinan cómo reacciona el material del andamio dentro del biorreactor, afectando procesos como la hidrólisis y la erosión. Seleccionar un material de andamio adecuado es esencial para asegurar que mantenga su estructura durante todo el proceso de producción de carne cultivada.
¿Por qué se prefieren las condiciones de flujo dinámico sobre las condiciones estáticas en los biorreactores?
Las condiciones de flujo dinámico aportan una serie de beneficios a los cultivos en biorreactores en comparación con los sistemas estáticos. Mejoran la distribución uniforme de nutrientes, oxígeno y factores de crecimiento, creando un entorno más consistente para que las células prosperen. Esto conduce a mejores tasas de supervivencia celular y procesos de siembra más eficientes que los que pueden lograr las condiciones estáticas.
Además de eso, los sistemas dinámicos replican de cerca las condiciones fisiológicas, alentando a las células a comportarse de manera más natural e integrarse efectivamente con los andamios. Estas cualidades son especialmente importantes en áreas como la producción de carne cultivada, donde ajustar el crecimiento celular y la funcionalidad del andamio es esencial.
¿Por qué es necesario utilizar múltiples métodos para medir la degradación del andamio?
Usar varias técnicas de medición es crucial porque ningún método único puede capturar completamente todos los detalles de la degradación del andamio. Cada enfoque se dirige a aspectos específicos, como pérdida de masa, cambios estructurales, o resistencia mecánica, y combinar estos métodos ofrece una imagen más amplia y clara del proceso de degradación.
Confiar en múltiples métodos también ayuda a reducir el riesgo de errores o sesgos asociados a cualquier técnica individual, lo que lleva a resultados más confiables. Esto se vuelve especialmente importante en entornos complejos como los biorreactores, donde el rendimiento de los andamios juega un papel crítico en la producción de carne cultivada.